Todo está bien,
aquí no pasa nada.
Hoy es un día cualquiera,
igual que ayer,
igual que mañana.
No hay promesas rotas,
porque nunca nos juramos nada.
Aquí no pasa nada.
El mundo sigue su curso,
la primavera en breve
se convertirá en verano.
Nosotros, los de entonces,
ya no somos los mismos;
ni mejores, ni peores,
tan sólo diferentes.
Pero eso no importa,
porque aquí no pasa nada.
Y aunque creo que se acaba el mundo,
que todo se desmorona…
Cuando veo tus ojos
tengo la certeza,
la confianza,
la creencia de que el tiempo puede pararse.
Que otra realidad es posible.
Que para empezar otra vez, no es tarde.
Aquí no pasa nada.
Mejor dicho,
pasan tantas cosas juntas
al mismo tiempo
que es mejor decir
que no pasa nada.
Hace dos meses y medio leí esta frase de Jaime Sabines. Estaba como imagen de perfil en el Whatsapp de una amiga:
Hoy me apetecía escribir el comienzo de una historia en la que pasan tantas cosas, que al final es mejor decir que no pasa nada.