
Desde que @diarioresponsable me “presentó” a Fundéu BBVA (Fundación del Español Urgente), me he convertido en seguidara de esta institución. Su objetivo es impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación… y por extensión, entre el público en general. Algo que nos hace falta.
Asesorada por la Real Academia Española, Fundéu hace recomendaciones diarias sobre el uso del español y responden a las dudas que reciben continuamente. De hecho, a mí me han resuelto todas las que les he planteado. Una de las cosas que más me gusta es la actualidad de los temas que tratan y su mente abierta para analizar y explicar la realidad de nuestra lengua, particularmente cuando de neologismos se trata.
Uno de esos neologismos que han comentado recientemente (bueno, hace casi un año) es “postureo” y su verbo “posturear”, que claramente se derivan de la palabra postura. Según ellos mismo explican, la palabra postureo es un término lingüísticamente válido, que ha surgido en las redes sociales, y se utiliza para descalificar actitudes o situaciones impostadas y artificiales. Un claro ejemplo serían esas fotos y videos que se comparten en Facebook, Instagram o similares en los que aparecemos haciendo ciertas actividades socialmente muy bien vistas o valoradas, y que son compartidas sólo para que se sepa qué hemos hecho… Que lo que no se comparte es como si no hubiese ocurrido (aquí entono un sonoro mea culpa o como dirían los anglosajones: been there, done that).
Por mi cercano pasado laboral, hay un postureo en particular sobre el que me gustaría reflexionar: el postureo corporativo. ¿Es genuino ese interés que muestran las empresas por mejorar la sociedad de la que son partícipes o es un simple gesto de postura para tener una mejor imagen?
En resumidas cuentas: ¿Es la RSC un postureo corporativo? Sigue leyendo →
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